Mostrando entradas con la etiqueta Crossovers de la vida real. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Crossovers de la vida real. Mostrar todas las entradas

miércoles, 9 de mayo de 2018

El día que Guy Williams conoció a Palito Ortega.

    Por un lado lo tenemos a Guy Williams, un actor neoyorkino que se hizo famoso por interpretar a El Zorro en la serie de televisión llamada, oportunamente, El Zorro. Por otro lado lo tenemos a Palito Ortega, un actor y cantante tucumano que se hizo famoso por canciones cómo Yo Tengo Fe. ¿En qué momento se cruzan los caminos de estos dos galanes? En el siguiente párrafo te lo cuento.
    No hay mucho más en la carrera de Guy que El Zorro, si bien hizo alguna que otra película y participó en series como Bonanza y Perdidos en el Espacio, la gran obra de su vida fue El Zorro. Lamentablemente ese trabajo solo le duró dos años, de 1957 a 1959, donde grabó 78 capítulos. Después de eso vino el olvido mediático. Y mientras pululaba entre la desocupación y el alpedismo se tomo unas incuestionables vacaciones en Argentina. Cuando llegó a nuestras queridas tierras se llevó la sorpresa de que acá nadie lo había olvidado porque a pesar de que habían pasado casi veinte años... El Zorro seguía vigente. Esto gracias a Canal 13 que repetía una y otra vez (y sigue repitiendo) los mismos 78 capítulos Cuestión que el Adrián Suar de aquella época no dejó pasar la oportunidad de hacer guita y le propuso a Guy de hacer "El Circo de El Zorro" (o algo así) Y Guy se puso re contento, imaginate, le ofrecieron volver a hacer el único personaje que le trajo satisfacciones. Es así como organizaron una gira nacional con el Show del Zorro y pasaron por varios programas de la televisión argentina para promocionarla. Entre estos programas estuvo uno de Jorge Porcel, que los recibió con una exhibición de esgrima. Ahí Guy se quedó fascinado con un jovencísimo Fernando Lupiz, el mejor espadachín de la muestra, y lo contrató para interpretar a su hijo en la obrita/circo de El Zorro.
 Estuvieron más de cuatro años trabajando juntos y girando por toda Latinoamérica y Europa, se hicieron muy amigotes al punto de que muchos años después Guy Willliams nombró a Lupiz como el sucesor indiscutido de El Zorro. Como a la obrita le iba tan bien y la estaban levantando con pala todos dijeron al unísomo "¡HAGAMOS LA PELÍCULA!" Guy escribió el guión ambientando la historia en Salta y pensando en que Lupiz interprete a su hijo. Nada podía malir sal...
    Pero salió todo mal...
    En el 78 la junta militar tomó Canal 13 y suspendió el proyecto. Ninguna otra productora podía hacerse cargo porque el país estaba pasando por una fuerte crisis económica. Entonces tuvieron que buscar productores independientes que se estuvieran enriqueciendo con la dictadura. Y el primero que apareció en la lista fue el mismísimo Palito Ortega. Se juntaron y empezaron a organizar la pre producción del filme en cuestión, pero pasó algo que hoy es moneda corriente en las películas de superhéroes: el productor empezó a meter mano en las cuestiones artísticas. Primero propuso que la película no esté ambientada en Salta sino en Buenos Aires, y como Guy estaba tan desesperado por filmar aceptó. Después propuso que Carlitos Balá haga de Bernardo, y como Guy estaba tan desesperado por filmar aceptó. Después propuso que el hijo de El Zorro sea interpretado por Alfredo Alcón y no por Fernando Lupiz, y como Guy estaba tan desesperando por filmar pero tiene más códigos que cualquier otro no aceptó. La decisión de Palito tenía sentido, quería poner a un actor conocido para que la película rinda más, pero eso implicaba que Guy Williams traicionara a Lupiz. Y Guy, al igual que Don Diego de la Vega, era buena persona y prefirió dejar sus sueños atrás antes que traicionar a un amigo.
    Guy Williams siguió buscando productores a lo largo y a lo ancho de toda latinoamérica pero jamás lo consiguió, y se murió sin concretar su gran anhelo. Murió en Argentina y lo enterraron en el panteón de los actores del cementerio de la Chacarita. Mientras que Palito se gastó la plata de la película en traer a Frank Sinatra a Buenos Aires.