esto no es una crítica
es una opinión larga
seguido de una reflexión incoherente
Mi tía Martha es una de las personas más de derecha que
conozco. Si fuese por ella no existirían ni los negros ni los homosexuales,
volvería el servicio militar y Menem sería presidente. Admira a Guillermo Andino y a Horacio Cabak solo
porque son rubios, y siempre me aconsejó que estudiara medicina así me llenaba
de guita y que me casara con una chica con plata. Contradictoriamente fue la
que más fomentó mi lado artístico. Me llevaba todos los fines de semana al
cine, me compró todos los libritos de Mafalda y me incitaba a dibujar y a
escribir. Es por estas últimas cosas que hoy por hoy le sigo teniendo cierto
tipo de cariño, porque conservo un poco de la imagen que tenía de ella cuando
era chico. Para completar un poco el
perfil de mi tía Martha hay que decir que es tan de derecha como depresiva. Un
día me cuenta que estuvo tomando unos mates en la casa de una amiga. Le pregunté si la había pasado bien. Y ella me contestó: Yo no la paso bien en ningún lado. Esa frase
la define.
Mi tía Martha se convirtió en esas viejas fascistas que odio. En realidad siempre lo fue pero me llevó un tiempo darme cuenta. Cuando nos juntamos a comer los domingos la
tengo que escuchar decir cosas como “A estos negros de mierda hay que ponerlos
contra un paredón y cagarlos a tiros” o “Esos son todos unos putos perdidos” o “Que
buenmozo que es Macri”. Y mientras la escucho me pregunto: ¿Por qué tengo que pasar
tiempo con esta señora? La respuesta que inmediatamente se me aparece es “Porque
es mi tía” Pero últimamente esa respuesta ya no me conforma.
Coco habla de eso
mismo. No de mi tía Martha, sino de la familia y de las cosas que nos unen a
ella. Esta película nos narra la historia de Miguel, un pibito que es hijo de
zapateros, nieto de zapateros, bisnieto de zapateros y tataranieto de
zapateros. Fue su tatarabuela la que empezó con el negocio después de que su
marido la abandonara para irse a tocar la guitarrita por ahí. Desde ese día ella
prohibió la música en su casa y esa costumbre pasó de generación en generación
hasta llegar a Miguel, que rechaza esa tradición. Él quiere ser músico como su
ídolo, e ídolo del pueblo, un tal Ernesto de la Cruz. Un día (justo el
día de los muertos) va a un concurso de talentos a mostrar sus habilidades para
el canto y la guitarra pero como no tiene el instrumento se mete en el nicho de
Ernesto y le roba la guitarra. Eso hace que, no sé muy bien por qué, se transporte a la dimensión de los muertos,
pero sin estar muerto. Y si no vuelve al
plano de los vivos antes del amanecer se va a quedar ahí para siempre. Para
volver necesita la bendición de algún antepasado. Su tatarabuela se ofrece a
cambio de que nunca más se dedique a la música. Y como Miguel no acepta tal
condición se va a buscar a Ernesto de la Cruz para que sea él quien lo bendiga.
Ah… claro, no te dije. Resulta que el tatarabuelo que te dije, ese que se fue
por ahí a tocar la guitarrita, es el mismísimo Ernesto. Parece un giro muy
telenovelesco, y en cierto punto lo es. No es el único que hay en la película
pero, solo por ser generoso, voy a creer que es porque México es la cuna de las
grandes telenovelas, y quizás sea un homenaje. O no.
En fin…
A partir de ahí
empieza la aventura de Miguel viajando por todo el mundo de los muertos. Se le
suma un tal Héctor, un muerto que está a punto de desaparecer porque en el
mundo de los vivos ya casi nadie se acuerda de él. Básicamente la película es eso, con algunas canciones y dos o tres plot twist
sacados de María la del Barrio. Pero bueno, las películas de Disney Pixar nunca
se caracterizaron por tener vueltas de tuerca muy jugadas. Coco respeta con mucha fidelidad el camino del
héroe, por eso casi nada llegó a sorprenderme. Aunque hay que tener en
cuenta que estas películas están orientadas a un público infantil, a niñatos y
niñatas que ni siquiera habían nacido cuando salió Toy Story. Con esto no
quiero menospreciar al público infantil, que suelen ser mucho más inteligentes
y perceptivos que los adultos. Pero que la película esté pensada para ellos
hace que tenga muchas cosas que a mí me resultaron insoportables. Como la pelea final que no tenía ninguna razón de ser,
o el personaje del perro que me rompía los huevos cada vez que aparecía, o la
sobreexplicación de la trama.
De todas formas
creo que esos plot twist predecibles o algún que otro deus ex machina(*) o
algunas oportunas elipsis están en función del avance de la historia. “El
oportunismo justifica el dinamismo” diría un Maquiavelo contemporáneo amante
de Pixar. Porque Coco no es lenta, podrá ser predecible, ñoña, repetitiva,
lenta… pero nunca una falta de respeto a la cultura mexicana. Creo.
Por lo que vi y
por lo que estuve investigando toda la producción se esforzó bastante en
respetar las tradiciones del país y específicamente la tradición del día de los
muertos. Esto por lo menos desde mi perspectiva argentina, un mexicano sabrá
decirme mejor si es así o no. Pero por lo pronto la estética, la fotografía,
los diseños de personajes y vestuarios, la música y los textos se asemejan a mi imaginario de la cultura
mexicana. Sin embargo hay que tener en
cuenta que todo esto lo vemos a través de los ojos de los yanquis. Puede
fallar.
Decir que la
animación es excelente es una redundancia cuando hablamos de una película de Pixar.
Es claro que van mejorando año a año y
su tecnología es superior a cualquier otra empresa. Obviamente todo el foco
está puesto ahí, ese es el fuerte de esta gente. La evolución desde Toy Story a
esta parte es notoria, así como también es notorio el avance de meterse en
mundos y culturas que no les pertenecen. Pero nada es tan notorio como el
estancamiento que tuvieron en cuanto a los guiones. Prácticamente es la misma
película de Pixar de siempre. Pero no me interesa tanto analizar esto como el
mensaje.
El mensaje de la
película es claro. Tan claro que parece que el director saliera de la pantalla
a decirle a los pibes “Respeten a su familia y sigan sus sueños”. Pero fue mientras
veía la película en el cine cuando me di cuenta que el mensaje si o si tenía
que decirse fuerte y claro. Atrás mío había un nene que no paraba de hablar y
de opinar. Cuando Miguel se empieza a escapar de su casa para ir al concurso de
talentos desobedeciendo a su Abuela que se lo había prohibido este nene grita “¡No!
No te vayas” No lo pude creer. No me
entró en la cabeza. Evidentemente ese nene no estaba entendiendo la película y
seguramente creía que Miguel era el villano y la Abuela era la heroína. Entonces
era muy necesario que la película le dijera de forma muy clara y casi a los
gritos: “tus viejos son unos pelotudos que no entienden nada. Vos tenés que
hacer lo que te haga feliz” Pero Coco no
habla solamente de esto.
Coco habla de
muchas cosas, pero especialmente habla de amar a tu familia por sobre todas las
cosas. Pero yo lo voy a llevar a un plano más pesimista. Coco habla de amar a
tu familia pese a todo, incluso a los que nunca conociste, incluso a los que no
te permiten crecer. Estos últimos hacen las cosas que hacen, supuestamente, creyendo que es lo mejor para vos… ¿Pero es
sano empecinarse con una decisión y obligar a tus hijos (o a tus nietos, o a
tus sobrinos) a que sigan tus pasos sin
escuchar nunca su opinión y sin replantearte si estás equivocado o no? A Miguel
finalmente lo dejan ser músico, pero para convencerlos se tuvo que cruzar al
puto inframundo y volver con pruebas precisas que demostraban que todos estaban
equivocados. En una versión más realista de esta historia Miguel hubiese
terminado agarrando la guitarra y yéndose a la mierda tal y como hizo su tatarabuelo. Prácticamente
la familia lo estaba empujando a que hiciera aquello que nunca quisieron que
haga.
Estoy de acuerdo
con la premisa de “amar a tu familia”, pero estoy completamente en contra del “pese
a todo”. A nadie hay que amar pese a
todo, esa es una pelotudez que inventó Disney. Ese "pese a todo" es el que constantemente me hace buscar excusas para seguir tolerando a mi tía Martha. A veces creo que la quiero simplemente porque es mi tía. Pero otras veces porque considero que ella es la única víctima de su
filosofía de vida y en cierto punto me da pena.
Pero volviendo a
Coco. Lo más recomendable es verla en el cine y con el doblaje latino, porque
es medio raro ver una película sobre México con personajes hablando en inglés.
Mi calificación 1457 sobre 1777.
(*) Deus ex machina es un recurso cinematográfico que aprendí viendo Lost. Básicamente significa "un hechicero lo hizo"
Se va al infamundo porque en vez de darle una ofrenda a un muerto en su día, se roba una ofrenda a un tomuer. Lo dicen en su trama sobre explicada.
ResponderEliminarLa película me hizo hasta llorar, pero también me hizo putear porque la puta historia no terminaba mas. Estaba hasta las pelotas y me daba cuenta de que faltaban 30 minutos. El final era tan obvio que de todas formas si te ibas antes no pasaba nada.
Y el perro va a tener su corto/película, como siempre pasa con esos personajes secundarios con tintes chistosos.
Ya existe
Eliminarhttp://www.cinescondite.com/2017/03/29/dantes-lunch-a-short-tail-corto-animado/
A mi también me pareció larga, no se cómo lo recibieron los chicos. No es una de esas películas de Pixar plagada de chistes y enredos. Tal vez por respeto la hicieron demasiado solemne. Eso fue lo flojo para mí. Con respecto al perro, en los avances lo inflaron tanto que pensé que tendría un rol más protagónico.
ResponderEliminarSobre el mensaje, no creo que sea un "a pesar de todo": la familia cambió mucho. Eso sí, todo esto se hubiera resuelto si le hubieran dado un poco de bola a la abuela Coco
Yo digo que es la misma jalada que el libro de la vida, no se hable más.
ResponderEliminarLa pelicula parece un nensaje de los Supercampeones con el mensaje emotivo super explicito. Y no olviden que la familia es nuestro amigo
ResponderEliminarCuando vi la pelicula ne di cuenta de que todas pero TODAS las peliculas de pixar y disney tienen la misma formula: El protagonista tiene un conflicto, tiene una gran aventura y resuelve su conflicto. En mi opinion si sacas la gran aventura la cosa seria mas facil ya que los mensajes son cliches superquemados y que todos conocenos a excepcion del protagonista.
ResponderEliminarEsa es la formula del 90℅ de las historias de novelas, películas, etc.
Eliminara mi me parecio una pelicula de animacion mas,pixar no me sorprende desde no se cuanto,con peliculas que no termino de ver,la ultima que me encanto,sin sorprenderme,fue insideout,pero eso,es mi opinion,pero coco me parece ina pelicula miy sobrevalorada.un saludo
ResponderEliminarImaginate, le pareció insoportable la película
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarIgualita a la opinión del menemista de Nicolas Amelia Ortiz(? Ah no para
ResponderEliminarJorge amé tu opinión
Hay un ensayo de Martín Barbero (sociólogo mexicano, o algo así) sobre el melodrama latinoamericano. Su tesis describe como éste se diferencia de cualquier otra cultura y su cuna es, obviamente, México. Si lo lees encaja a la perfección con Coco, yo hasta sospecho que alguien lo ha leído. Salí del cine pensando en ese texto, que leí en 2013. Fija está en internet y no era largo, si te interesa.
ResponderEliminar