sábado, 6 de enero de 2018

Wonder Wheel

    La primer salida al cine del año. Fui caminando hasta Cinema City y en el medio hice una parada en el kiosco para interrumpir brevemente mi dieta de NO-HARINAS comprándome una Rhodesia. No comía rhodesias desde hacía varios meses y me llevé la desagradable sorpresa de que habían reducido su tamaño. Esto ya pasó un tiempo atrás cuando las hicieron un poco más angostas. Pero ahora las hicieron un poco más finas. Pareciera que la rhodesia va a la par de la crisis nacional, como un símbolo que nos recuerda que se está yendo todo a la mierda.
    Entramos al cine y notamos que había más gente de la que esperaba. Casi todos matrimonios sesentones bien vestidos. Hombres de camisa y camperas marrones, mujeres con echarpes y cabelleras teñidas. Claro, es sábado a la noche. La entrada sin descuento está 170 pesos, es el día y horario perfecto  para que los jovatos salgan tranquilos al cine sin tener que soportar a la juventud que ellos consideran insoportable. Lo son.
    Después de varios trailers de películas europeas y argentinas empezó la película. Es fácil adivinar como va a empezar una película de Woody Allen. Un fondo negro, música de jazz de fondo, letras blancas con la tipografía característica mencionando el reparto y después la voz en off del narrador situándonos en tiempo y espacio: Coney Island, años cincuenta. Lamentablemente el narrador es Justin Timberlake, y hay que soportarlo casi toda la película. Para compensar está Kate Winslet que interpreta a una madura ama de casa atravesada por los conflictos de no llevar la vida de actriz que siempre soñó, de tolerar a su esposo alcohólico y machista y de educar a su hijo con tendencias piromaníacas. Encuentra un mísero escape de felicidad teniendo un romance con Justin, pero inmediatamente se le desmorona todo cuando aparece la hija de su marido, una rubiecita más joven que ella, que se roba el corazón del ex NSYNC. A todo esto la rubiecita es la ex mujer de un capo mafia que la busca por todos lados.
    Para narrarnos esta historia el pederasta Allen utiliza una puesta en escena  ya clásica en su filmografía: la cámara a disposición de los actores. Hay varios planos secuencia donde seguimos a los protagonista que van y vienen por la casa llevando adelante el conflicto. Incluso hay dos o tres escenas donde el plano está fijo en Kate durante cuatro o cinco minutos mientras ella monologuea como una campeona. Cuando terminó la película una señora de corte carré que estaba atrás mío le dijo al marido "Fue muy teatral". Le hubiese respondido que si, que tenía razón. Pero no hablo con mujeres con más de sesenta años.
    Kate es el alma de la película, y como pasa en Blue Jasmine o en The Purple Rose of Cairo, el papel fue escrito a la medida de la actriz. ¿Qué significa eso? Casi nada. Básicamente es una forma elegante de decir que la actriz estuvo bien. Pero socavando un poco más en esa frase trillada y de crítica berreta podría significar que ese personaje no lo hubiese podido hacer cualquier otra actriz, por más buena que fuera. Quizás una Jessica Lange, o quizás una Susan Sarandon, alguien que tenga cierto peso actoral y un dejo de hinchades de huevos (o de ovarios estúpido machista). Creo que Kate hace la mejor interpretación de su carrera, o por lo menos comparte podio con sus papeles en The Reader o Revolutionary Road. Pero en un extremo opuesto está el carilindo Justin, que durante la primer mitad no molesta pero ya en la segunda donde tiene que actuar un poco más queda muy expuesto por no decir que queda como un pelotudo. El año pasado Woody nos demostró que la piba de Crepúsculo si quiere puede actuar bien, este año no pudo hacer lo mismo con Justin. Actuar no es para cualquiera.
    Woody Allen está lejos del mejor Woody Allen, pero no tan cerca del peor. En sus últimas diez películas hizo más foco en la dirección de fotografía y de arte que en otra cosa. Creo que en Wonder Wheel logra su mejor trabajo (que en realidad no es SU trabajo) Y si bien es visualmente perfecta queda un poco raro en la playa haya cincuenta personas vestidas en una misma gama de colores.
    Mi puntuación es 1066 sobre 1777.

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